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Hola cariño, sigues con la fantasía de que otro me de mi “gasto” que otro sea quien me haga disfrutar, que le abra las piernas al que me guste y como me guste para que me llene.
Esto sea a manera de introducción de la primera de muchas partes,soy Carina de 37 años morena de 1.60 m no obesa digamos parejita aunque cuido que el abdomen no crezca con algo de ejercicio, mis bubis 36b todavía en su lugar aunque hay que acomodarlas en un bra para que sigan moderadamente apetecibles, mi esposo Héctor un hombre de 42 años que aún me sigue gustando. Bien pues ahora que he leído tantas historias de hombres que tienen la fijación de ver como su esposa o pareja tengan sexo con otro, pues mi marido no fue la excepción el mismo me recomendó entrar a este sitio para que me diera cuenta de cuantos y cuantos tienen esa –digamos- ilusión y si! ahora lo veo, como muchas historias aquí publicadas todo empezó una ves que teniendo sexo muy rico en un hotelito al que me llevo después de estar bebiendo unos tragos en un bar aquí en Cuerna y ahí como otras veces dando rienda suelta a nuestras pasiones y después de algunas “dinámicas” que fuimos introduciendo en nuestra relación y que de alguna manera pues iban calentando el temperamento que de a poco en poco subían de tono y audacia, al principio pues un arreglo de mi parte moderadamente atrevido vestido o faldas arriba de la rodilla, escotes no tan abiertos pero esto fue degenerando en colores mas llamativos como el rojo o negro, texturas transparentes y obvio menos tela en minis muy minis, blusas con escotes generosos, luego siguieron prendas que me compra en algún sex-shop que vienen en empaques bastante gráficos, en fin aumentaba mi atrevimiento mas cada ocasión todo con el beneplácito de el, las “dinámicas” digamos igual al principio un tanto inocentes como un pequeño flirteo a un jovencito o chica después ya mostrar de forma discreta la “mercancía” o una copa invitada a una chica mientras yo iba dizque al baño para luego ser “víctima” de el intercambio de miradas entre ellos y cositas que iré platicando después. Esa ocasión no tenia nada de especial, yo me puse un vestidito negro satinado amplio de abajo pero apenas me cubría la panty blanca de corte brasileño y de arriba solo delgados tirantes de copas separadas por lo que me puse un bra straple para que no se notara, me gusta como se me ve y como me ven los demás, incluso no soy muy cuidadosa si algo se me asoma por ejemplo cuando bajo del coche o si el valet me abre la portezuela o si subo escaleras, los tequilas fueron abundantes y desinhibidores, paso que un tipo ya maduro pero de buen ver al que le di sus probaditas de ojo pues estaba justo frente a mi y pues sin querer queriendo uno que otro cruce de piernas y pues de pilón una abiertita ya mas descarada, se decidió y aprovecho que Héctor fue al baño para acercarse a decirme que mi prendita estaba muy linda y me pidió mi cel le dije que no, pero insistía con un poco ya de necedad y Héctor no regresaba, cuando llego a la mesa este tipo por fin me dejo sin decir nada solo se regreso a su mesa, mi esposo me pregunto que pasaba le conté y solo esbozó una sonrisa perversa pasaron otro dos tequilas y de nuevo se levanto al baño y me dijo – a ver como te portas con este buey- y si de nuevo se acerco para decirme lo bien que lucia e insistir en darle el cel pero me di cuenta que Héctor observaba desde la barra sin que este tipo se diera cuenta por fin lo mande “lo mas lejos” posible y resignado se fue, hasta ese momento llego mi esposo yo medio enojada le dije que se fuera a burlar de la mas vieja de su familia, no paso de ahí con otro tequila mas se me olvido el incidente, pidió la cuenta y al pedir el coche al valet me abrazo poniendo sus manos en mis nalgas me beso muy rico sentí algo mas de pasión que de costumbre estaba muy prendido mas que otras veces, justo cuando llegó el coche me levanto el vestido hasta la cintura dejando que el valet viera mi culo por instinto me lo baje con coraje soltándome bruscamente y me encamine a mi puerta y un rápido pensamiento me llego – eso quieres? pues va! – el chico abrió mi portezuela y pavoneándome y sin pudor alguno al entrar al coche puse mi mano derecha en el toldo y con la izquierda al sentarme levanté el vestido lo mas que pude el valet no salía del asombro cuando vio mi panty blanca y mis muslos abiertos incluso se tardó en cerrar pues la “imagen” era digna de contemplar, arrancamos y sin que me lo consultara tomo la autopista para ir al hotel que esta en la ultima salida de cuerna para Acapulco, al entrar al cuarto me arrincono y me manoseo muy sabroso que rico me calentó mas de lo que ya iba bajo los tirantes del vestido con sus labios chupando mis hombros al caer el vestido me volteo hacia la pared y así de espaldas me destrabó el broche del bra para acariciar mis tetas y poner muy paraditos mis pezones, mordía mi espalda sabe que soy muy sensible de ahí y estaba mas goloso que de costumbre y no se apresuraba siguió por mis caderas mordiendo chupando cada centímetro al llegar a mis nalgas me volteo hacia la cama para empinarme, quise sacarme la panty pues pensé que ya me iba a penetrar pero no me dejo solo la hizo de lado y empezó a recorrer con su lengua la raya de mi culo me dio una mamada en mi chiquito cuando lo sentí apoyé los codos en el colchón para empinar y abrir mas las nalgas el sabe que eso me mata de placer al grado de provocarme la primer venida de muchas que seguirían lo hizo con tanta ricura mas que otras veces. No me dio tiempo, así como estaba empinada solo me empujo ligeramente para ponerme en cuatro encima de la cama, destrabo los pequeños broches de mi panty para quitármela claro que ya estaba muy mojadita se saco el pantalón y el boxer y comenzó a pasarme su verga por toda la separación de mis nalgas pensé que me penetraría por detrás pero me equivoque de nuevo además la sentí mas dura que otras veces y solo me la restregaba por cada centímetro sin penetrarme ni por mi panochita ni por mi chiquito, así me tubo un buen rato obvio ya estaba a mil de nuevo ya hasta mi mielecita me escurría por mis muslos pues mi flujo es muy abundante supongo por lo cachonda que soy, seguía torturándome hasta que de plano le suplique que ya me la metiera pero no me hacía caso el seguía en su labor de calentarme, me decía que quien mas me la metía que con quien le era infiel y cosas así que nos decimos cuando estamos ya muy calientes pero esta ves subió de tono esa “dinámica” - que mamita ya quieres verga?.......te la voy a dar hasta dentro pero ........... - pero que ....que.... quieres mejor ya déjamela ir amor anda me tienes sufriendo le rogaba que ya me la dejara ir pero solo me la restregaba por toda la separación de mis nalgas hasta que sentí que su glande hinchado y muy tieso que solo presionaba en la entrada de mi chiquito pero no entraba no lo metía así me tubo un buen rato hasta que por fin me metió muy poco a poco por ahí sabe que me encanta que me dilate el ano pero esa ves se pasó y yo ya quería sentir esa verga adentro, siguió el vaivén muy rico yo sentía la gloria y la verdad no tardé mucho en sentir de nuevo venirme rico como el sabe hacerlo solo me aferré a la colcha de la cama y empiné lo mas que pude mi culito para que me entrara mas sabroso, yo gemía a todo volumen creo que todo el hotel sabia que me estaban dando una revolcada muy rica, por fin me vine muy abundante cuando terminé solo me deje caer en la cama, el seguía con el pené bien erecto de reojo adiviné una mirada de el como soberbia al mirarme ahí tirada sudando y muy cansada esto me pico el amor propio y se la guarde para después, estuve un rato ahí tirada desnuda y el se metió a ducharse y al salir prendió la TV para ver una pelea de box sentado en un banquito, no le dije nada y también me fui a bañar y me puse otra panty limpia que siempre llevo en mi bolsa por si acaso me envolví en una toalla y al salir solo le cambié a la tele a un canal porno y cual esclava me hinqué y con toda naturalidad le quite la toalla que solo tenía encima y tome su miembro de forma cariñosa entre mis manos lo acariciaba delicadamente al principio recorriendo con mi índice para ponerlo duro como me gusta luego con mi mano subiendo y bajando muy despacio eso le encanta pues de inmediato le sale ese juguito que me dice que ya esta a punto para que mi boca lo saboree con mis labios primero recorro de arriba abajo sin meter en mi boca solo el bao de mi aliento, siento como se tensa todo el y pone sus manos en su nuca yo levanto la vista por que me gusta ver como contiene ese placer y sigo, ahora me enjugo los labios muy rico siguiendo mi labor de arriba abajo ayudándome con la yema de mis dedos siento que ya no va aguantar mas pues yo golosa se como le gusta que le mame ese “animalito” que tanto me hace disfrutar, por fin muy lento lo dejo tomo su mano y lo llevo a una orilla de la cama pongo una almohada junto a la cabecera ahí frente al espejo del tocador lo siento y me monto en esa verga dura bien parada me acomodo de tal forma que muy lentamente mi pucha se va engullendo ese palo tan sabroso y muy lentamente comienzo a cabalgar al ritmo que me gusta no muy rápido para que no se me venga antes no muy lento pues me gusta como me entra y sale yo estoy a mil ya siento que me viene un rico orgasmo de esos que me dejan exhausta ambos sudamos y cuando prendo su mirada con la mía y nos miramos fijo sin pestañar le digo que ya casi me vengo el me dice que ya no pare que siga que me va a dar esa leche que me llena la verija que yo le de mi mielecita así seguimos un rato diciéndonos lo que tanto nos repetimos cuando estamos cogiendo a ese ritmo me pidió que ya no parara, que siguiera, que me iba a dar esa leche que me llena la verija y que yo le diera mi mielecita. Así seguimos un rato, diciéndonos lo que tanto nos repetimos cuando estamos cogiendo a ese ritmo, ¡uffffff! hasta que por fin, él me la soltó “¿qué nena, invitamos a alguien?” y solo seguí cabalgándolo, sin quitar la mirada en él pero insistió “eres mucha hembra para uno solo, amor, anímate, mi niña”. Para ese momento, yo ya no sabía nada porque me estaba viniendo muy rico e instintivamente, afirmé con la cabeza y él, como poseído y con la voz enronquecida, me dijo “así me gusta, que no le tenga miedo a lo rico”. Ya no hubo palabras, solo un intenso sube y baja y por fin, la interminable venida, algo que me deja llena, satisfecha y contenta y ya en el sopor del esfuerzo rico y placentero, me cayó el veinte y pensé “ya me chingué”, pues lo que había concedido era ya un compromiso así lo tomó él y ahora pues a cumplir.... los detalles ? en la siguiente parte, ojalá sigan la secuencia de nuestras travesuras |
444144 CARINA |